Este post va dirigido a aquellas personas que dirigen o trabajan en una inmobiliaria y que son los encargados de realizar las fotografías de las propiedades que se tiene en venta.
Mi consejo es que siempre que puedas contrates a un fotógrafo profesional. Pero si por el motivo que sea no puedes, mi intención es darte unos mínimos consejos para subir la calidad de tus fotografías.
La premisa es muy sencilla y no estoy exagerando: una buena fotografía aumenta tus probabilidades de venta; una mala, te las reduce al 0%. Esa es la realidad.
La fotografía tiene una importancia capital en el sector inmobiliario, y desgraciadamente, se infravalora muy a menudo. Solo hay que ver la mayoría de ofertas que puedes encontrar publicadas en portales y webs inmobiliarias. Marcas de agua molestas para la vista, baja resolución, enfoques y planos poco atractivos, no quitar objetos personales a la hora de fotografiar el interior de la vivienda, etc. Estos errores se han convertido en malos hábitos generalizados que debemos evitar a toda costa. Sabiendo ya lo que no tenemos hacer, centrémonos en qué sí debemos hacer.
1- ¿Equipo a utilizar?
Una cosa hay que tener clara: No es lo mismo tomar las fotografías con una cámara réflex que con un smartphone, por muy último modelo que sea este. Si no tienes una cámara réflex intenta adquirir una que tenga un buen sensor (si es posible Full Frame). Ah! y un consejo: tan importante es la elección de la cámara como la del objetivo a utilizar.
Hoy en día y a partir de una inversión de unos 800-900 € ya puedes empezar a encontrar equipos decentes. No te obsesiones con el último modelo y date una vuelta por webs de segunda mano, encontrarás cosas interesantes que te harán ahorrarte un dinero.
La cámara réflex te permitirá sacar las fotografías en modo HDR o en formato RAW. Términos complejos para aquel que no esté puesto en fotografía pero que son de vital importancia conforme vas adquiriendo un poco más de experiencia.
Intenta aprender a disparar la cámara en modo manual, olvídate del automático. Al principio será costoso y los resultados te decepcionarán, pero poco a poco irás dominando la técnica obteniendo mejores resultados.
Otro elemento importante en el que invertir es en un trípode. La utilización de este nos dará fotografías con mayor estabilidad (evitando fotos torcidas o inclinadas) y mejor nitidez (evitarás mover la cámara al disparar).
2- Prepara el escenario.
Ni ser el mejor fotógrafo del mundo sirve si el lugar que vamos a fotografiar está hecho un desastre. Por eso, el primer paso es recordarle al propietario dos o tres días antes de la sesión que debe recoger la casa y ordenarla.
Como él no es un profesional y tú sí, intenta uno o dos días antes de la sesión facilitarle un listado con palabras amables indicándole algunos consejos. Estos no son otros que los que vas a seguir tú. Seguro que te lo agradece.
De todas maneras ten una cosa clara: Aunque el propietario se esmere y realice las acciones aconsejadas, siempre tendrás que repasar el lugar y realizar alguna acción que otra para dejarlo todo niquelado.
Esa lista de acciones a realizar que debes seguir y que puedes pasar al propietario son:
1. Despersonaliza la casa
No deben aparecer objetos y elementos personales (como fotografías). Esto ayudará a mantener la privacidad del vendedor y a conseguir que el interesado considere habitable la casa.
2. Busca la simetría
Coloca los muebles y objetos intentando siguiendo una orden muy clara: la simetría. Intenta que los elementos dibujen líneas imaginarias que sean perpendiculares para que la casa sea más atractiva.
3. Haz un poco de Home Stanging
Aquí hay que valorar en qué casos vale la pena realizar esta labor o no. Hay varios factores que condicionarán la decisión pero el valor de la propiedad puede ser el más importante. Para una casa de 100.000 € igual no compensa hacer este trabajo pero si para una de 500.000 €. Eso sí, en el caso de que decidas hacer el Home Stanging hazlo bien, no te quedes a medias.
Lo mínimo es llevar algunos objetos decorativos para que puedas realizar buenas composiciones de escena. Por ejemplo poner la mesa con una vajilla que atraiga, poner plantas falsas pero que parezcan reales, poner cojines y mantas en el sofá, etc.
3- Vigila la iluminación.
Tan importante es controlar la iluminación interior como escoger cual es el mejor momento del día para obtener la mejor luz natural. En función de las sensaciones que quieras transmitir lo mejor es un momento del día u otro. Y si hay que ir dos veces en distinto momento del día pues se va.
Para la iluminación artificial lo tenemos claro: Todas las luces encendidas aunque sean las 12 del mediodía. Y un consejo: nunca está de más llevar siempre con nosotros una caja de bombillas por si en la casa falla alguna de ellas poder ponerla (recuerda llevártela siempre después).
Para la luz natural hay tantos gustos como colores. Está claro que no vamos a fotografías una casa si el día está nublado pero tampoco el pleno Sol de las 12 del mediodía es siempre la mejor opción.
Por ejemplo, a mi me gusta mucho realizar fotografías en lo que se llama la hora azul. En esta entrada de blog y en esta otra puedes conocer más acerca de este término.
Fotografía de Mariela Apollonio
4- ¿A qué altura poner la cámara?
Normalmente la cámara la pondremos a la altura de los ojos. Y digo normalmente porque hay tres estancias en las cuales es mejor variar esta altura.
En la cocina y en el baño es buena idea bajar un poco la altura de la cámara y poner esta un poco por encima de las encimeras.
En el dormitorio, la altura es más variable. Dependerá del punto de vista y lo cerca que tengas la cama u otros elementos como las mesitas de noche. Respecto a la cama, cuanto más cerca estés de ella más baja tendrás que poner la cámara.
Hay que tener en cuenta que esta altura de los ojos no debe de ser una regla infranqueable. Hay situaciones que nos aconsejan otra altura como por ejemplo en el caso de que queramos resaltar el suelo de una estancia, porque tiene un parquet especial, una cerámica diferente o cualquier otro motivo. En ese caso deberás bajar bastante la cámara para dar importancia a ese elemento.
Aquí podéis ver un vídeo bastante ilustrativo de Juan Roig, todo un referente en fotografía de arquitectura e inmobiliaria.
5- Busca el mejor formato y encuadre.
No quiero entrar en detalles de ciertos términos que se usan en fotografía porque el hilo seria extenso, pero si que es necesario dejar dos conceptos claros que provocan que una fotografía transmita unas sensaciones u otras: el formato y el encuadre.
El formato es la proporción entre la altura y la anchura de una fotografía. Las sensaciones que transmite una fotografía son diferentes si esta está en formato horizontal, en formato vertical o tiene una proporción cuadrada de 1:1. Y esto es algo que podemos comprobar de manera fácil en la red social Instagram.
A continuación adjunto la misma fotografía con 3 formatos diferentes para que se aprecie como cambia el “concepto” de la fotografía.
Por otro lado está el encuadre que es el fragmento de espacio que va a captar el objetivo de tu cámara, y por tanto, lo que vamos a ver en la fotografía. Aquí entra en juego la distancia focal de nuestro objetivo que se obtiene en función del objetivo que utilicemos (gran angular, angular, normal, etc.) y una concepto muy importante a conocer es la regla de los tercios.
La elección de un formato u otro y el encuadre de la escena nos darán como resultado una composición determinada que nos transmitirá unas sensaciones u otras.
Normalmente en fotografía para inmobiliarias y “obligados” en parte por la configuración de las webs, utilizamos el formato horizontal con proporción 16:9. El encuadre ya es cuestión del gusto de cada uno aunque en fotografía de interiores es muy importante utilizar un objetivo angular para dar sensación de espacios grandes.
6- Edición o postproducción de las fotografías
Una vez tenemos todas las fotografías haremos una selección de las mejores. Lo más recomendable es que hayamos realizado las imágenes en formato RAW (algunas cámaras incluso nos ofrecen la opción de escoges RAW+JPG para verlas en la pantalla de la cámara mientras vamos haciéndolas) ya que es el formato “en bruto” que guarda toda la información de la imagen y hará que la edición de la misma sea mucho mejor.
Hay muchos editores de imagen pero os recomendamos Photoshop con Camera RAW o Lightroom, ambos de Adobe, ya que son los más usados y os ofrecerán unos grandes resultados. Hay planes muy interesantes que por poco más de 20 € al mes te ofrecen la posibilidad de disfrutar de estos programas
Con una edición básica lo que hay que conseguir es ajustar el encuadre para mejorar la composición de la escena y ajustar aspectos como el brillo contraste, saturación, etc. para realzar los colores y dotar a las fotografías de ese “feeling” que buscamos.
7- Formación continua
En el campo de la fotografía uno siempre se está formando. Bien sea para conocer nuevas técnicas de fotografía o para controlar mejor los diferentes softwares de edición que existen en el mercado. También es aconsejable seguir por las redes sociales a aquellos profesionales que nos llevan años de experiencia y que nos pueden servir de inspiración.
Para formarse y mejorar la técnica no hay nada como Youtube. A continuación os dejo los enlaces de algunos profesionales que yo sigo y que me han hecho crecer de manera exponencial. Profesionales apasionados de la fotografía que no dudan en compartir sus conocimientos para el crecimiento de todos nosotros. Uno es RunbenGuo y otro es Rubén Gabelli
8- Conclusión
Y nada más. Si llegado a este punto te parece un poco abrumador lo mejor es que contrates el servicio de un profesional. ¿Por qué? Porque él sabrá qué plano es el mejor, dispondrá del equipo adecuado para ello, realizará el trabajo en la mitad de tiempo que nosotros y los resultados serán infinitamente mejores.
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