Diferencias entre los tours virtuales con cámaras 360° y los tours virtuales con cámara 3D

Primera aclaración: Si alguna vez a tu negocio va alguien diciendo que trabaja para Google empieza a sospechar de él. Ningún fotógrafo trabaja directamente para el mayor buscador de internet. Google lo único que hace es certificar que ciertos profesionales son aptos para subir tours virtuales a sus plataformas Google Maps y Google Street View.

Entre esos fotógrafos aptos, está Virtualport360 conforme puedes comprobar en el siguiente listado.

 

Los fotógrafos homologados por Google podemos servirnos de las diferentes técnicas y herramientas que existen en el mercado actual para crear tours virtuales, existiendo dos bandos muy diferenciados: los que utilizan cámaras capaces de realizar imágenes 360° y los que utilizan cámaras 3D con tecnología Matterport.

En VirtualPort360 disponemos de las dos cámaras, que utilizamos según requiere cada proyecto. Por ese mismo motivo podemos hablar de las particularidades de cada cámara con conocimiento de causa.

 

Técnicas de captura

Las diferencias entre estas dos técnicas son abismales y hay que entenderlas partiendo desde esta premisa: cuando utilizamos la cámara 360° estamos realizando imágenes en 2D en formato 360°, mientras que cuando utilizamos la cámara 3D, con tecnología patentada de Matterport, estamos capturando la geometría 3D del espacio.

Esta captura de la geometría se consigue gracias a las lentes y sensores 3D que tiene la cámara. Al final, lo que ve el usuario es una fotografia 360°, con la particularidad de que durante el proceso hemos recopilado cierta información.

Esta información ofrece ciertas ventajas como pueden ser la vista en planta o vista tipo “casa de muñecas”, vistas que nos permiten obtener diferentes perspectivas del lugar y movernos por el espacio de una manera más intuitiva .

 


vista casa de muñecas o Dollhouse

 

Unión de las imágenes

Otra diferencia a tener muy en cuenta es la unión o “cosido” de las diferentes imágenes que forman el tour.

Con las cámaras 360° esa unión se realiza de manera manual siendo un proceso costoso. Cuantas más imágenes tomamos de un lugar, más complicado es ese proceso por lo que suelen tomar las fotografías mínimas para tener un tour virtual “decente”.

Por el contrario, con la cámara 3D y su software correspondiente esta unión se realiza de manera automática y cuesta lo mismo unir una fotografía que 100. El resultado son tours con transiciones extremadamente suaves y con muchos más puntos de exploración, proporcionando al usuario una inmersión del lugar mucho más agradable.

Puedes observar la diferencia de calidad a la hora de movernos por un tour virtual en el siguiente vídeo:

 

Interactividad

Los tours virtuales realizados con la cámara 3D ofrecen la posibilidad de añadir elementos multimedia como videos, fotografías, sonido, texto, etc. que hacen que la experiencia sea mucho más completa e interactiva.

Esta funcionalidad no está disponible en los tours creados con cámaras 360° a no ser que se contraten unos plugins extras con el sobrecoste que eso conlleva.

A día de hoy la calidad y las posibilidades respecto la interactividad en los tours virtuales, siempre es mayor en aquellos tours virtuales realizados con la cámara 3D, tal y como puedes ver en el siguiente vídeo: