Opendoor es una empresa americana que se creó en el 2014. Hoy en día solo opera en Estados Unidos. Pero en un mundo tan globalizado no es de extrañar que su concepto y modus operandi de el salto a Europa en cuestión de tiempo. De echo en Estados Unidos cada vez se va expandiendo por más ciudades y en junio alcanzaron la cifra de 100.000 inmuebles vendidos durante estos 7 años.
Su idea de negocio es clara: que toda persona pueda vender su casa sin pasar por las inmobiliarias y sin necesidad de arreglarla o adecentarla. Y todo esto de manera rápida y sencilla. Con eso quieren evitar el estrés del vendedor y todas las incógnitas que aparecen siempre en un proceso de venta ¿Y cómo funciona esto? Pues sigue leyendo que te lo explico
La manera de funcionar de Opendoor es sencilla: Toda persona que quiere vender su casa rellena un formulario y realiza un video de la propiedad. Todo mediante una aplicación que dispone la compañía. Tras unos pocos clics y casi al momento Opendoor ofrece una oferta al vendedor.
Si el vendedor acepta esa oferta, se organiza una cita para que los técnicos de Opendoor realicen una inspección más exhaustiva de la casa. Tras esta inspección la oferta puede ser modificada (siempre a la baja) o mantenerse. Si el vendedor acepta esa última oferta la casa ya está vendida. Así de fácil
Cabe destacar que la página no compra casas que estén muy deterioradas o que requieran mucho trabajo porque las compran en efectivo y las venden inmediatamente. Eso es básicamente el negocio: comprar, adecentar y vender. De hecho, la compañía cuenta con su propio equipo de profesionales que se dedican a hacerle el lavado de cara correspondiente a la casa para revalorizarla.
Su mecanismo de publicidad es agresivo. Como la compra es rápida y al contado el dueño lo ve atractivo, porque está vendiendo su casa sin el estrés de fijar el precio e incógnitas del tiempo, etc. Opendoor envía la oferta y si el dueño acepta, se compra la casa, pudiendo decidir cuando quiere hacer el cierre.
La otra ventaja aparente, es que no se tiene que preparar la casa para mostrar, ya que en otros casos siempre que hay que mostrar la casa para su venta y esto implica mantenerla limpia, que el dueño debe salir de la casa y en algunos casos este proceso supone un estrés para el vendedor.
Llegados a este punto todo parece genial para el vendedor y una auténtica pesadilla para el agente inmobiliario ¿no? Pues que no cunda el pánico.
No hace falta decir que lo que ofrece OpenDoor al vendedor es una oferta muy “ajustada” que suele ser menor de su precio de mercado real con el cebo de agilizar los pasos. Esa oferta está hecha por algoritmos y programas basándose en la experiencia de profesionales del sector que llevan años en el mercado y conocen los posibles contratiempos. Pero ese precio no está “peleado
Realmente Opendoor es una gran maquinaria que está haciendo que el vendedor “deje” de ganar el dinero que realmente vale la casa. ¿Vale la pena dejar de ganar un % por vender la casa de manera rápida evitándote incomodidades? Pues dependerá de cada caso.
Hay que tener en cuenta que ese % tal vez sea la comisión que se lleva el agente inmobiliario tradicional por vender la casa y que eso el vendedor lo va a tener muy en cuenta.
Por eso, como agente inmobiliario el camino a seguir no es luchar contra estas plataformas. Estas vendrán y se adaptarán al sector inmobiliario de un modo u otro.
El objetivo del agente inmobiliario debe ser ofrecer un servicio no tan “frio”, algo más cercano y personal para hacerle ver al vendedor que la venta de la casa es algo en lo que intervienen factores emocionales que un algoritmo hoy en día no puede valorar. ¿O sí?…
Y por último, no hay que caer en el error de que la tecnología es la gran rival del sector inmobiliario. Todo lo contrario, es su aliada. En este caso que te expongo el auténtico rival es el poder financiero de estas grandes corporaciones que se apoyan en la tecnología para dar el salto.
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